El botón charro, una joya de filigrana, se ha convertido con el paso de la historia en uno de los símbolos más característicos de la Sierra, motivo por el que plateros, historiadores, folcloristas e instituciones entienden que debe ser declarado Bien de Interés Cultural.
Esconde sus orígenes en la época judía, aunque algunos apuestan por una teoría más antigua, que remontaría al ornamento a la época de los celtíberos.
Este botón ha convertido en la principal pieza de la filigrana charra, aunque su uso más característico se puede ver en los diferentes trajes charros. Atavío propio de la sierra.
El orfebre más identificado con la filigrana del botón charro es José Luis Nieves, que tiene su taller artesanal en la localidad de Ciudad Rodrigo, un municipio ligado históricamente con la filigrana. De hecho, «hasta mediados del siglo XX hubo en la comarca de Ciudad Rodrigo hasta 160 orfebres de la filigrana». Sin embargo, el trabajo de la filigrana manual ya sólo lo practican en la provincia de Salamanca José Luis Nieves y el artesano de Tamames (Salamanca) Luis Méndez, un pueblo que históricamente basa parte de su economía en la orfebrería.
Ahora, la fabricación de un Botón Charro con el uso de las pinzas que dan forma a los hilos, calentados previamente con un soplete, es un oficio que le queda poco tiempo, si no es protegido.
Se ha convertido en inspiración para diseñadores, como la colección que de joyas basadas en este símbolo que expusieron hace una año en la Casa Lis las salmantinas María Eugenia Bueno y Verónica Marín, titulada «La mujer charra del siglo XXI».
El primer paso, al que le seguirán el resto de instituciones salmantinas, lo han dado los grupos municipales del Ayuntamiento de Salamanca para instar a la Junta de Castilla y León a que reconozca este símbolo de la platería como Bien de Interés Cultural.
Ahora nosotros lo convertimos en iconografía para todos los que quieran incluir en su vida un pedacito de esta iniciativa. Lo podéis encontrar en la shop.
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